LAS 3 REGLAS PARA LOGRAR UN NUEVO HÁBITO

Las 3 reglas para lograr un nuevo hábito saludable en tu vida

de
Hábitos saludables en 21 días Todos los juegos tienen reglas que hay que seguir y conocer estas reglas es fundamental para poder ganar. Lo mismo pasa con los hábitos: si sabemos algunas de las reglas, el cambio aún es más fácil.
Por ejemplo, cuando era pequeña, me encantaba un juego que inventamos en la escuela, se llamaba: “la pared”. Simplemente porque se necesitaba una pared para jugar. La regla era muy clara: no dejes caer la pelota. Era un juego muy simple, pero para poder ganar teníamos que jugar todos-los-días.
Cualquier cambio en nuestra vida, es como comenzar a jugar a un nuevo juego, porque también tiene algunas reglas muy simples, y es importante conocerlas para poder ganar ¿quieres saber cuáles son?…


Siempre ten una pequeña lista de metas para alcanzar; cuando completes una, continúa con la siguiente.
¡Los recreos eran tan divertidos gracias a este juego de la pared!
Como la pared era muy angosta nos turnábamos. Primero iba un equipo y luego el otro (aunque como cualquier juego inventado tenía sus variables) pero en general se trataba de lo siguiente:
Cuando iniciaba el partido los jugadores tenían que estar frente a la pared y quedarse listos para empujar la pelota, la cual rebotaba en la pared.
Todos los jugadores de ese equipo se alternaban para empujarla contra la pared y así sucesivamente.
El equipo ganador era aquel que lograba el mayor numero de rebotes contra la pared sin dejar caer la pelota al suelo. Al principio era complicado ganar, pero invirtiendo más recreos jugando, podías pasar horas y horas sin dejar caer la pelota.
Algo similar sucede con los hábitos.
Iniciar un cambio parece complicado, pero esto es sólo al principio porque después, conforme pasa el tiempo, el proceso se vuelve cada vez más fácil y divertido.
Así que relájate porque en poco tiempo, podrás incorporar más y mejores hábitos en tu vida, sólo diviértete, disfruta y aprende de este cambio positivo que estás por lograr.
Las siguientes reglas resuelven algunas de las preguntas más frecuentes que existen al iniciar un nuevo hábito y te guían en este nuevo juego que estás por comenzar.

¿Cuántos hábitos puedo incorporar a la vez?

Creo que no hay una respuesta única para todo el mundo…
¿Por qué?
Porque incorporar un hábito es una habilidad que se desarrolla con el tiempo, cada persona tiene habilidades diferentes y además cada hábito puede ser más simple o más complejo que otro.
Es probable que en un principio pueda tomarte más tiempo y dedicación formar un nuevo hábito, pero conforme pasa el tiempo el proceso de formar nuevos hábitos se vuelve más rápido y fácil.
El hábito de formar el hábito se aprende con el tiempo
Y esto sólo se logra empezando, lo que nos lleva a la primera regla.

Primer regla: Empieza con una meta a la vez 

Empieza con una sola meta

Como acabas de leer, cada uno tenemos diferentes habilidades, por eso tal vez para algunas personas un mismo hábito puede ser poco más complicado, mientras que para otras personas puede ser mucho más fácil.
Esto ocurre porque además de que el hábito es una habilidad desarrollada, también depende de la magnitud de los hábitos que se estén incorporando.
Habrá algunas metas que no requieran demasiado esfuerzo pero, por el contrario, habrá algunas otras que sean todo un reto personal.
Por ejemplo, salir a correr cada mañana puede parecer que llevará mucho más esfuerzo que la construcción de un pequeño hábito como lavarse los dientes, ya que correr requiere de más energía (física y mental).
Un primer hábito representa una nueva meta por cumplir en tu vida y es importante concentrarse sólo en una meta, sobre todo al inicio.
Es decir, siempre es mejor empezar con un solo hábito y ver el avance con este hábito.
Algunas veces nos sentimos muy motivados para mejor nuestra vida. Esta dosis de motivación extra nos impulsa a proponernos muchas metas al mismo tiempo, tratamos de hacer muchos cambios a la vez.
Al principio parece que sí somos capaces pero desafortunadamente es muy probable que renunciemos al poco tiempo a todos estos cambios.
Empieza con un solo hábito y evalúa tu avance
Si no logras ser constante con un hábito será necesario seguir repitiendo esa acción hasta que la domines. Todo se reduce en probar y monitorear tus avances. 

Segunda regla: Registra tu avance diario (incluso si fallas)

Registra tu avance en la cadena de metas

La única forma de lograr incorporar un hábito es repetir la acción tantas veces hasta que se vuelva automática. Para lograr esto se requiere de constancia.
El problema empieza cuando a veces no somos capaces de recordar si hemos sido constantes o no.
Los humanos tendemos a maximizar las acciones positivas que realizamos y a minimizar las negativas. Buscamos cambiar el hilo de las historias de forma más familiar y coherente para nosotros mismos. Esto quiere decir que nuestro cerebro nos engaña, lo que hace que no seamos objetivos para recordar y mucho menos para evaluarnos a nosotros mismos.
Por esta misma razón todos los partidos y juegos del mundo registran la puntuación en marcadores.
Para formar hábitos nuevos ocurre lo mismo. Es sumamente importante llevar un registro por escrito sobre el tiempo. Sobre todo porque nuestra memoria no es tan precisa como creemos. Además, cuando pasa el tiempo, los recuerdos que tenemos de determinada situación se hacen cada vez más borrosos.
La única forma de ser constante es midiendo tus avances por escrito con una cadena de metas.
Una cadena de metas, tiene el único objetivo de no romper la cadena de aciertos (días cumplidos). Esto quiere decir, acumular la mayor cantidad de días realizando tu meta, para que entonces sea más rápido incorporar el hábito.
Para saber si debes incorporar un nuevo hábito en tu vida o esperar un poco más, tienes que saber la tercera regla:

 Tercer regla: Evalúate cada 21 días 

Evalúa tu constancia cada día

Si durante este tiempo no has roto la cadena  (has cumplido todos los días con esa meta), pero sobre todo si  tú consideras que ya no te genera mucho esfuerzo esa acción,  es el momento de incorporar una nueva o de aumentar la intensidad de esta acción.
Pero si, por el contrario, después de 21 días aún te genera un esfuerzo (no has logrado realizarlo de manera continua), quiere decir que aún no estás listo para incorporar un nuevo hábito. Espera otros 21 días para volverte a evaluar.
Un nuevo hábito o aumentar la intensidad del primero, significa una nueva meta. Por ejemplo:
  • Si estoy corriendo 10 minutos diarios, y mi nueva meta específica tiene que ser aumentar a 20 minutos.
  • Si estoy comiendo 1 pieza de fruta al día, aumentar además 1 porción de verduras en la cena.
Pero, ¿por qué 21 días?  
Al parecer la primera persona que habló sobre los 21 días fue el doctor Maxwell Maltz en su libro, que en 1960 fue todo un éxito (1). Él  se dio cuenta que sus pacientes tardaban 21 días para dejar de sentir la conocida “sensación fantasma” después de la amputación de una extremidad. Encontré este documental que describe bien el punto.
Esta teoría NO es la verdad absoluta, como dije cada persona es diferente y por eso es importante evaluarte a ti mismo para saber cuándo estás preparado para incorporar un nuevo hábito.
Los 21 días eran solo una estimación de adaptación a un cambio, pero no siempre se logra incorporar un hábito durante este tiempo. 
Por eso es importante usar únicamente esos 21 días como parámetro para re-evaluarnos y ver si estamos listos para incorporar un nuevo hábito, o simplemente necesitamos más tiempo.
Estoy segura que la siguiente pregunta está pasando por tu mente…

¿Cuánto tiempo tarda en formarse un hábito?

Lamento decirte que tampoco existe una sola respuesta.
Un estudio reciente intentó investigar de forma objetiva cuánto tiempo en realidad se necesita para formar un nuevo hábito.
Para descubrirlo se examinaron los hábitos de 96 personas durante un período de 12 semanas. Cada participante eligió un hábito (desde tomar agua hasta correr por las mañanas). Durante el experimento los participantes tenían que medir su avance por escrito (usaron una cadena de metas). De esta forma pudieron verificar si habían cumplido con el hábito de su elección, o por el contrario no habían cumplido.
Los resultados mostraron que, en promedio, se requieren 66 días para que el esfuerzo en realizar una actividad disminuya.
En otras palabras, la acción se había convertido en lo más parecido a un hábito después de 66 días de repetición continua (2).
curva de apredizaje
Pero esto no es una verdad absoluta. Hubo una marcada variación en el tiempo que les tomó a los participantes en formar un nuevo hábito, algunos lo lograron incluso en 18 días, mientras que otros requirieron mucho más tiempo.
Como era de esperar, algunos hábitos eran más sencillos de incorporar que otros. Por ejemplo: beber un vaso de agua al despertar se convirtió en un hábito muy rápido; en cambio, hacer 50 abdominales por la mañana tardó más tiempo.
Los investigadores también observaron algo muy interesante:
Faltar un solo día a ese hábito no alteraba la formación del hábito (siempre y cuando se retomará inmediatamente).
La repetición es la clave para formar un hábito nuevo
Ahora ya sabes que, cuando empiezas con un nuevo hábito, puedes usar los primeros 21 días para evaluarte.
Si, después de ese tiempo, aún no estás listo para incorporar un nuevo hábito, no hay que entrar en pánico. Sólo necesitas un poco más de tiempo para volverte a evaluar.
Si eres consistente con la acción, se formará un hábito nuevo (garantizado).
Además es probable que en este proceso empieces a conocerte mejor a ti mismo y descubras algunas estrategias personales que se adaptan perfectamente a tus necesidades y habilidades.
Recuerda que para ganar el juego de la pared es necesario no dejar caer la pelota al suelo y además divertirte también en el recreo…
Lo mismo pasa con el cambio de hábitos ¡Diviértete en el proceso!

Comments

Popular Posts