ORDEN Y ESTILO. Opiniones de PROFESSIONAL ORGANIZERS de diferentes Paìses
Mantener el orden y no acumular trastos, ¿ayuda a ser más feliz?
Guardar objetos en exceso o por dejadez es algo de lo más común. Expertos nos dan las claves para que no sea un quebradero de cabeza.
Gurús del orden de todo el mundo han compartido con Houzz
sus consejos más preciados sobre cómo crear espacio en casa, evitando
acumular y ahorrando tiempo en nuestras ajetreadas vidas a través de una
organización estricta y adaptada a aquellos objetos que utilizamos con
más frecuencia. En ciertos casos, hasta se sugiere la posibilidad de
recurrir a un almacén exterior.
La vivienda perfecta de
muchos es un espacio inmaculado y tranquilo donde no haya manchas en la
cocina ni polvo en las estanterías, con armarios enormes y los libros
perfectamente ordenados en estanterías. Sin embargo, la realidad es
otra, pues a menudo disponemos de una casa con poco espacio, llena de
juguetes viejos, zapatos, libros y papeles colonizándolo todo.
Con el paso del tiempo, la
cantidad de cosas que acumulamos en nuestros hogares aumenta. No así el
espacio, a no ser que nos mudemos de casa o hagamos reformas. ¿Qué
hacemos, entonces? ¿Tiramos cosas sin contemplación, cambiamos de
apartamento cada siete años, lo vendemos todo en eBay o asimilamos el
caos con estoicismo? ¿Deberíamos atenernos a la estricta norma de que
‘si compramos esto, debemos deshacernos de aquello’ o seguir la lógica
de que la vida es demasiado corta como para pasársela ordenando?
Los expertos y sus soluciones
A la hora de enfrentarnos a nuestros problemas con el desorden o la acumulación de objetos, es recomendable conocer cómo otros abordan esta problemática. A continuación, varios expertos nos cuentan sus experiencias y cómo enfrentarse a los dilemas más comunes de organización.
En defensa del minimalismo en Japón
Fumio Sasaki dirige el blog Minimal & ism y es el autor del libro We Do Not Need Things Any More –Ya no necesitamos cosas–, donde describe cómo se convirtió en minimalista. Su versión es un poco extrema, pues la lista de artículos que considera necesarios en su vida y hogar es realmente breve. Sin embargo, esta se ha vuelto todo un éxito entre los lectores japoneses que rondan los treinta años.
“Creo que mucha gente ha aprendido que almacenar o acumular cosas no le hace feliz. Las generaciones de más de 40 años experimentaron la burbuja económica, donde se celebraba la abundancia. No obstante, nuestra generación es diferente. Si tienes menos cosas a tu alrededor, te sientes más libre. Además, Japón es un país que tiende a sufrir terremotos. Si se da uno, yo puedo colocar todas mis pertenencias en una caja pequeña y salir corriendo”.
Fumio Sasaki se volvió minimalista en 2013. “Un día busqué en Google cómo se decía minimalista en japonés y descubrí a Andrew Hyde, un famoso bloguero minimalista que vive con apenas 15 objetos. Yo me encontraba frustrado con mi vida y quería cambiarla. De repente, lo entendí como una especie de revelación”.
A la hora de enfrentarnos a nuestros problemas con el desorden o la acumulación de objetos, es recomendable conocer cómo otros abordan esta problemática. A continuación, varios expertos nos cuentan sus experiencias y cómo enfrentarse a los dilemas más comunes de organización.
En defensa del minimalismo en Japón
Fumio Sasaki dirige el blog Minimal & ism y es el autor del libro We Do Not Need Things Any More –Ya no necesitamos cosas–, donde describe cómo se convirtió en minimalista. Su versión es un poco extrema, pues la lista de artículos que considera necesarios en su vida y hogar es realmente breve. Sin embargo, esta se ha vuelto todo un éxito entre los lectores japoneses que rondan los treinta años.
“Creo que mucha gente ha aprendido que almacenar o acumular cosas no le hace feliz. Las generaciones de más de 40 años experimentaron la burbuja económica, donde se celebraba la abundancia. No obstante, nuestra generación es diferente. Si tienes menos cosas a tu alrededor, te sientes más libre. Además, Japón es un país que tiende a sufrir terremotos. Si se da uno, yo puedo colocar todas mis pertenencias en una caja pequeña y salir corriendo”.
Fumio Sasaki se volvió minimalista en 2013. “Un día busqué en Google cómo se decía minimalista en japonés y descubrí a Andrew Hyde, un famoso bloguero minimalista que vive con apenas 15 objetos. Yo me encontraba frustrado con mi vida y quería cambiarla. De repente, lo entendí como una especie de revelación”.
La belleza de lo práctico en Suecia
Paulina Draganja es la reina indiscutible de la organización en Suecia, pues tiene un reconocido blog, participa en programas de televisión, da conferencias y próximamente va a publicar un libro que trata sobre cómo librarse de los trastos y, al mismo tiempo, tener de todo en casa. Paulina considera que los suecos son gente muy práctica, lo cual es perceptible en todos los ámbitos, ya sea en la cocina, la moda o el diseño. “Queremos que las cosas luzcan bien y que, al mismo tiempo, sean fáciles de cuidar, porque en cualquier relación ambos trabajan todo el día fuera de casa. Por lo tanto, nos alejamos de soluciones complicadas, e incluso pedantes, optando en su lugar por sistemas sencillos e inteligentes que, a su vez, tengan encanto”, comenta.
“El vestíbulo de entrada a la casa es todo un desafío en Suecia”, comenta. “Lo más complicado de guardar es la ropa. Y, considerando que aquí padecemos inviernos muy fríos, esto se complica todavía más debido a la gran cantidad de prendas voluminosas que tenemos los suecos”.
Paulina Draganja es la reina indiscutible de la organización en Suecia, pues tiene un reconocido blog, participa en programas de televisión, da conferencias y próximamente va a publicar un libro que trata sobre cómo librarse de los trastos y, al mismo tiempo, tener de todo en casa. Paulina considera que los suecos son gente muy práctica, lo cual es perceptible en todos los ámbitos, ya sea en la cocina, la moda o el diseño. “Queremos que las cosas luzcan bien y que, al mismo tiempo, sean fáciles de cuidar, porque en cualquier relación ambos trabajan todo el día fuera de casa. Por lo tanto, nos alejamos de soluciones complicadas, e incluso pedantes, optando en su lugar por sistemas sencillos e inteligentes que, a su vez, tengan encanto”, comenta.
“El vestíbulo de entrada a la casa es todo un desafío en Suecia”, comenta. “Lo más complicado de guardar es la ropa. Y, considerando que aquí padecemos inviernos muy fríos, esto se complica todavía más debido a la gran cantidad de prendas voluminosas que tenemos los suecos”.
La imposibilidad de deshacerse de cosas en España
María Gallay es una organizadora profesional que lleva 15 años al frente de su negocio, Organización del Orden. Dice que los españoles tendemos a acumular miles de recuerdos, como libros viejos y fotos antiguas, y que la moda minimalista no ha calado todavía en el país. “En España, la mayor parte de las cosas viejas se quedan en las casas, aunque sean apartamentos y haya poco espacio. Poca gente se plantea deshacerse de lo que no utiliza a menos que tenga que mudarse. La ropa es lo único de lo que nos deshacemos, pero solo si los armarios están hasta arriba. No tenemos un mercado amplio de segunda mano. Tampoco existe esa cultura de intercambiar cosas u organizar ventas en el jardín, aunque muchos de mis clientes dicen que les encantaría poder hacerlo”.
La familia es un ente muy fuerte tanto en España como en Italia. La gente suele sentir además gran apego por sus cosas y recuerdos, por lo que resulta difícil deshacerse de ellas. “En las viviendas, trasteros y casas de vacaciones de los padres españoles hay todo tipo de objetos de sus hijos. Conozco a padres que lo guardan todo, aunque sus hijos no estén interesados en esos objetos del pasado. Muchos guardan ropa de cama, cortinas, lámparas, camas y otros muebles por si sus hijos llegasen a necesitarlos cuando pongan su propia casa”, comenta María.
María Gallay es una organizadora profesional que lleva 15 años al frente de su negocio, Organización del Orden. Dice que los españoles tendemos a acumular miles de recuerdos, como libros viejos y fotos antiguas, y que la moda minimalista no ha calado todavía en el país. “En España, la mayor parte de las cosas viejas se quedan en las casas, aunque sean apartamentos y haya poco espacio. Poca gente se plantea deshacerse de lo que no utiliza a menos que tenga que mudarse. La ropa es lo único de lo que nos deshacemos, pero solo si los armarios están hasta arriba. No tenemos un mercado amplio de segunda mano. Tampoco existe esa cultura de intercambiar cosas u organizar ventas en el jardín, aunque muchos de mis clientes dicen que les encantaría poder hacerlo”.
La familia es un ente muy fuerte tanto en España como en Italia. La gente suele sentir además gran apego por sus cosas y recuerdos, por lo que resulta difícil deshacerse de ellas. “En las viviendas, trasteros y casas de vacaciones de los padres españoles hay todo tipo de objetos de sus hijos. Conozco a padres que lo guardan todo, aunque sus hijos no estén interesados en esos objetos del pasado. Muchos guardan ropa de cama, cortinas, lámparas, camas y otros muebles por si sus hijos llegasen a necesitarlos cuando pongan su propia casa”, comenta María.
Enterrados bajo miles de papeles en Francia
Pauline Levasseur lleva seis años como organizadora de hogares en Francia. Ha creado su propio método e incluso forma a otros profesionales. “Francia tiene un problema muy particular: el increíble volumen de papeles del que dispone la gente. Los franceses que son propietarios de una casa son los ‘reyes del papeleo’ en Europa, ya que reciben una enorme cantidad de documentos administrativos (un récord europeo) y tienen que guardarlos. Los papeles son la principal fuente de acumulación de trastos”, comenta.
Pauline considera que se tiende a acumular más trastos cuando se experimentan problemas relacionados con la vida, como enfermedades, divorcios, fallecimientos, etc. Cuando ocurre algo que te desborda, la gente no pierde el tiempo en limpiar y en deshacerse de los trastos, lo aplazan para más tarde hasta que llega un momento que es insostenible. Es entonces cuando, al haber pasado mucho tiempo desde que ocurrió el fatal acontecimiento, suelen decidir que ya es hora de reorganizar la casa y empezar de nuevo. “A los franceses no les resulta fácil deshacerse de sus cosas y abogan por el famoso dicho: nunca sabes cuándo te puede hacer falta”, comenta Pauline. “Además, los franceses sienten gran apego por los regalos, y es que los sentimientos son muy importantes a la hora de decidir qué guardar y qué no”.
Pauline Levasseur lleva seis años como organizadora de hogares en Francia. Ha creado su propio método e incluso forma a otros profesionales. “Francia tiene un problema muy particular: el increíble volumen de papeles del que dispone la gente. Los franceses que son propietarios de una casa son los ‘reyes del papeleo’ en Europa, ya que reciben una enorme cantidad de documentos administrativos (un récord europeo) y tienen que guardarlos. Los papeles son la principal fuente de acumulación de trastos”, comenta.
Pauline considera que se tiende a acumular más trastos cuando se experimentan problemas relacionados con la vida, como enfermedades, divorcios, fallecimientos, etc. Cuando ocurre algo que te desborda, la gente no pierde el tiempo en limpiar y en deshacerse de los trastos, lo aplazan para más tarde hasta que llega un momento que es insostenible. Es entonces cuando, al haber pasado mucho tiempo desde que ocurrió el fatal acontecimiento, suelen decidir que ya es hora de reorganizar la casa y empezar de nuevo. “A los franceses no les resulta fácil deshacerse de sus cosas y abogan por el famoso dicho: nunca sabes cuándo te puede hacer falta”, comenta Pauline. “Además, los franceses sienten gran apego por los regalos, y es que los sentimientos son muy importantes a la hora de decidir qué guardar y qué no”.
Consejos para los principales dilemas sobre organización
1. ¿Cuál es tu mejor truco para guardar cosas?
Paulina Draganja propone: “Todo en tu casa debe tener su propio lugar, un sitio al que pertenezca. Yo tiendo a centrarme en tener cosas que realmente me gusten y que vaya a utilizar. Si voy a comprarme algo, siempre me pregunto primero dónde lo colocaré. Si no visualizo el lugar en mi mente, entonces no lo compro. Lo ideal es dar prioridad a las cosas que ya tienes, a las que les tienes cariño. Saber guardarlas bien es parte de ese proceso”.
1. ¿Cuál es tu mejor truco para guardar cosas?
Paulina Draganja propone: “Todo en tu casa debe tener su propio lugar, un sitio al que pertenezca. Yo tiendo a centrarme en tener cosas que realmente me gusten y que vaya a utilizar. Si voy a comprarme algo, siempre me pregunto primero dónde lo colocaré. Si no visualizo el lugar en mi mente, entonces no lo compro. Lo ideal es dar prioridad a las cosas que ya tienes, a las que les tienes cariño. Saber guardarlas bien es parte de ese proceso”.
En la visita privada a la casa del diseñador Gwenael Nicolas, publicada en la versión japonesa de Houzz, el fundador del estudio de diseño Curiosity
declaraba: “Cuando diseñas una casa o un apartamento, debes planificar
un 2,5 por ciento más de espacio del que se dispone realmente para poder
guardar cosas”.
2. ¿Es mejor deshacerse de trastos que tratar de encontrar espacio para los objetos viejos?
Daniela Mosca, propietaria de la compañía sobre organización del hogar Dani&Colf, imparte cursos a familias donde les ayuda a lidiar con las tareas domésticas.
“Personalmente, considero que es mejor deshacerse de los trastos”, comenta. “Esto permite crear nuevas maneras de combinar cosas y jugar con su diseño, en vez de acumular. Priorizo mucho la funcionalidad: es mejor tener un armario práctico que uno que disponga de montones de cajas, recipientes o divisores donde no quepa nada más”.
“Tampoco soy partidaria de tener una casa que se rija por normas estrictas de almacenamiento”, añade. “Considero que es importante enseñar a nuestros hijos desde pequeños que todo tiene su propio espacio y que este les facilita su autonomía”.
Daniela Mosca, propietaria de la compañía sobre organización del hogar Dani&Colf, imparte cursos a familias donde les ayuda a lidiar con las tareas domésticas.
“Personalmente, considero que es mejor deshacerse de los trastos”, comenta. “Esto permite crear nuevas maneras de combinar cosas y jugar con su diseño, en vez de acumular. Priorizo mucho la funcionalidad: es mejor tener un armario práctico que uno que disponga de montones de cajas, recipientes o divisores donde no quepa nada más”.
“Tampoco soy partidaria de tener una casa que se rija por normas estrictas de almacenamiento”, añade. “Considero que es importante enseñar a nuestros hijos desde pequeños que todo tiene su propio espacio y que este les facilita su autonomía”.
3. ¿De qué modo está relacionado el orden con nuestra felicidad?
“La felicidad no depende del orden. Sin embargo, el orden sí trae consigo una sensación de calma y control, además de que permite que la gente disfrute de más tiempo para hacer cosas que realmente le hacen feliz”, comenta la gurú australiana de la organización MaryAnne Bennie, autora de From Stuffed to Sorted –De repleto a organizado– y Paper Flow: Your Ultimate Guide to Making Paperwork Easy –La guía definitiva para acabar con el papeleo–.
“El orden también implica libertad, pues puedes ser, hacer o disponer de lo que te apetezca en cada momento. Por el contrario, el desorden (percibido como problema) atasca a la gente y le impide continuar (detienen su presente y futuro mientras tratan de organizar su pasado). El minimalismo en sí mismo sí confiere una posible felicidad”.
La experta británica Helen Winter, de Coral Interiors, comenta que “el viejo lema de que tener una mesa organizada implica tener una mente organizada es completamente cierto. No saber dónde están las cosas o vivir en un ambiente sucio o caótico repercute negativamente en nuestras vidas. Desperdiciamos gran cantidad de energía mental cuando vivimos en un desorden”.
“La felicidad no depende del orden. Sin embargo, el orden sí trae consigo una sensación de calma y control, además de que permite que la gente disfrute de más tiempo para hacer cosas que realmente le hacen feliz”, comenta la gurú australiana de la organización MaryAnne Bennie, autora de From Stuffed to Sorted –De repleto a organizado– y Paper Flow: Your Ultimate Guide to Making Paperwork Easy –La guía definitiva para acabar con el papeleo–.
“El orden también implica libertad, pues puedes ser, hacer o disponer de lo que te apetezca en cada momento. Por el contrario, el desorden (percibido como problema) atasca a la gente y le impide continuar (detienen su presente y futuro mientras tratan de organizar su pasado). El minimalismo en sí mismo sí confiere una posible felicidad”.
La experta británica Helen Winter, de Coral Interiors, comenta que “el viejo lema de que tener una mesa organizada implica tener una mente organizada es completamente cierto. No saber dónde están las cosas o vivir en un ambiente sucio o caótico repercute negativamente en nuestras vidas. Desperdiciamos gran cantidad de energía mental cuando vivimos en un desorden”.
4. ¿Cómo decidir qué guardar?
La escritora estadounidense Mindy Starns Clark, autora de The House That Cleans Itself –La casa que se limpia sola–, comenta: “Mi técnica para deshacerme de trastos se basa en comprender que todo lo que poseo, desde un botón a un sofá, consume una porción de mi tiempo; es decir, tiempo para limpiarlo, guardarlo, moverlo, arreglarlo, perderlo, encontrarlo, lavarlo, pasarle un paño, etc. Cuantas más cosas tienes, más tiempo inviertes en esas tareas. Por tanto, a la hora de decidir si te deshaces de un objeto, debes preguntarte si merece la pena invertir tanto tiempo en él. Si lo merece, entonces guárdalo. Si no, no te lo quedes. Es así de sencillo, a no ser que el objeto también tenga un gran valor sentimental”.
5. ¿La norma debería ser: si adquiero un objeto, debo deshacerme de otro?
“Suena estupendo si eres de esas personas que te acordarás de aplicar la norma siempre”, dice Mindy Starns Clark. “Creo que, además, es una muy buena costumbre para los que, como yo, no nos llevamos bien con las tareas del hogar. Es mejor fijar fechas para deshacerse de trastos, como el primer día de cada nueva estación, por ejemplo, y acostumbrarse a hacerlo siempre en esas fechas específicas”.
La escritora estadounidense Mindy Starns Clark, autora de The House That Cleans Itself –La casa que se limpia sola–, comenta: “Mi técnica para deshacerme de trastos se basa en comprender que todo lo que poseo, desde un botón a un sofá, consume una porción de mi tiempo; es decir, tiempo para limpiarlo, guardarlo, moverlo, arreglarlo, perderlo, encontrarlo, lavarlo, pasarle un paño, etc. Cuantas más cosas tienes, más tiempo inviertes en esas tareas. Por tanto, a la hora de decidir si te deshaces de un objeto, debes preguntarte si merece la pena invertir tanto tiempo en él. Si lo merece, entonces guárdalo. Si no, no te lo quedes. Es así de sencillo, a no ser que el objeto también tenga un gran valor sentimental”.
5. ¿La norma debería ser: si adquiero un objeto, debo deshacerme de otro?
“Suena estupendo si eres de esas personas que te acordarás de aplicar la norma siempre”, dice Mindy Starns Clark. “Creo que, además, es una muy buena costumbre para los que, como yo, no nos llevamos bien con las tareas del hogar. Es mejor fijar fechas para deshacerse de trastos, como el primer día de cada nueva estación, por ejemplo, y acostumbrarse a hacerlo siempre en esas fechas específicas”.
6. ¿Cómo me deshago del caos?
MaryAnne Bennie dice que debemos aplicar una prueba de fuego a todos nuestros objetos. “El apego es algo muy subjetivo y cuando la gente afirma sentir apego por algo que no utiliza, la verdadera prueba de ello es identificar el lugar que ocupa en su casa. Si está guardado en un trastero, a menudo basta con una foto de ese objeto para conservarlo en nuestra memoria, por lo que podremos deshacernos de él sin problemas”, comenta.
“Si el objeto es algo que queremos legar a la siguiente generación, entonces debemos encontrarle un lugar más oportuno. En Australia, se está dando un enorme incremento de alquiler de almacenes extra y de servicios de mudanzas sostenibles”, añade MaryAnne.
La experta alemana en deshacerse de trastos Denise Colquhoun, también conocida como Fräulein Ordnung, escribió Sieben Tage für ein aufgeräumtes Leben: Das kreative Mitmach-Heft –Una vida ordenada en siete días– y da el siguiente consejo: “Mantén el suelo ordenado y deshazte de todo lo que esté desperdigado al menos una vez al día. No pierdas el tiempo preguntándote: ¿es para la basura? ¿para el armario? ¿para llevarlo a otra habitación? ¿para la caja llena de trastos que lleva meses en el pasillo? Dona las cosas que no usas y te sentirás feliz de haberte deshecho de tal carga”.
MaryAnne Bennie dice que debemos aplicar una prueba de fuego a todos nuestros objetos. “El apego es algo muy subjetivo y cuando la gente afirma sentir apego por algo que no utiliza, la verdadera prueba de ello es identificar el lugar que ocupa en su casa. Si está guardado en un trastero, a menudo basta con una foto de ese objeto para conservarlo en nuestra memoria, por lo que podremos deshacernos de él sin problemas”, comenta.
“Si el objeto es algo que queremos legar a la siguiente generación, entonces debemos encontrarle un lugar más oportuno. En Australia, se está dando un enorme incremento de alquiler de almacenes extra y de servicios de mudanzas sostenibles”, añade MaryAnne.
La experta alemana en deshacerse de trastos Denise Colquhoun, también conocida como Fräulein Ordnung, escribió Sieben Tage für ein aufgeräumtes Leben: Das kreative Mitmach-Heft –Una vida ordenada en siete días– y da el siguiente consejo: “Mantén el suelo ordenado y deshazte de todo lo que esté desperdigado al menos una vez al día. No pierdas el tiempo preguntándote: ¿es para la basura? ¿para el armario? ¿para llevarlo a otra habitación? ¿para la caja llena de trastos que lleva meses en el pasillo? Dona las cosas que no usas y te sentirás feliz de haberte deshecho de tal carga”.
7. ¿Cuánto es demasiado?
Disponer de unas normas claras y prácticas cuando se trata de contabilizar cuántas cosas deberías tener en casa es un dilema muy popular tanto entre los expertos como entre los usuarios de Houzz.
“Yo sugiero aplicar normas de limitación de espacio”, comenta Mindy Starns Clark. “Por ejemplo, guarda tantos recuerdos como gustes, siempre y cuando no superes el espacio del que dispones en un cierto armario en particular. Puedes guardar cartas, papeles y dibujos de los niños, siempre y cuando no superes el espacio del que dispones en dos cestas, por ejemplo. Puedes guardar tus libros preferidos, siempre y cuando no superes tres estanterías”.
“Si decides un límite razonable (siendo realistas) y te atienes a él, entonces solo tendrás que deshacerte de objetos cuando superes ese límite establecido”, añade Mindy.
“¿Por qué guardar una sudadera de cuando tenías 15 años o los pantalones de cuando estabas embarazada?, se pregunta la organizadora italiana Daniela Mosca. “Entiendo que tenemos cariño a algunos objetos y que incluso queramos dejar algunos de ellos a nuestros hijos, pero yo recomiendo decidir con cautela y establecer un límite numérico: un máximo de cinco prendas que ya no uses, pero que decides mantener por el cariño que les tengas”.
Disponer de unas normas claras y prácticas cuando se trata de contabilizar cuántas cosas deberías tener en casa es un dilema muy popular tanto entre los expertos como entre los usuarios de Houzz.
“Yo sugiero aplicar normas de limitación de espacio”, comenta Mindy Starns Clark. “Por ejemplo, guarda tantos recuerdos como gustes, siempre y cuando no superes el espacio del que dispones en un cierto armario en particular. Puedes guardar cartas, papeles y dibujos de los niños, siempre y cuando no superes el espacio del que dispones en dos cestas, por ejemplo. Puedes guardar tus libros preferidos, siempre y cuando no superes tres estanterías”.
“Si decides un límite razonable (siendo realistas) y te atienes a él, entonces solo tendrás que deshacerte de objetos cuando superes ese límite establecido”, añade Mindy.
“¿Por qué guardar una sudadera de cuando tenías 15 años o los pantalones de cuando estabas embarazada?, se pregunta la organizadora italiana Daniela Mosca. “Entiendo que tenemos cariño a algunos objetos y que incluso queramos dejar algunos de ellos a nuestros hijos, pero yo recomiendo decidir con cautela y establecer un límite numérico: un máximo de cinco prendas que ya no uses, pero que decides mantener por el cariño que les tengas”.
El minimalista Fumio Sasaki mantiene una postura bastante firme sobre qué está permitido en su casa. Su lista es la esencia de la restricción. “Zapatos: cinco pares (sandalias, zapatillas blancas, botas, zapatos con talón abierto y zapatos formales negros). Libros: no tengo libros en casa. Bueno, solo tengo uno, del que me deshago cuando termino de leerlo. Me gusta utilizar el Kindle. Antes de volverme minimalista, tenía muchos libros que no había leído, lo cual me hacía sentir culpable e infeliz. Ya no me siento así para nada. Cocina: sobre 20 artículos. Camisetas: 20. Ropa interior: 4 conjuntos. Camisas: 4.”
CUÉNTANOS…
¿Cuál de estos consejos te parece más eficiente? ¿Qué trucos sigues para solucionar la acumulación de objetos?
Comments
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Gracias por tu comentario es muy enriquecedor para el blog.