BENEFICIOS DE COMER EN FAMILIA

Beneficios de comer en familia

 Comer con la fami­lia no es únicamen­te saciar el hambre en torno a una mesa, sino es el revi­vir la comunicación, preocuparse por el otro, escuchar a los demás y expresar los sentimientos para que tanto no­sotros como nues­tros hijos apren­damos a convivir, respetar y expresar lo que sentimos.
 La familia es el núcleo donde se aprende y se refuerzan las conductas que nos distinguen como seres hu­manos. Realizar actividades como el compartir los alimentos con nuestros seres queridos puede traer muchos beneficios tanto para los adultos como para los niños.
No hay que olvidar que la familia es una parte importante de nuestra identidad. La psicoterapeuta Betty Goldberg, vocera de Nesquick expli­có que a través de los años, la fami­lia se ha convertido en la base de los valores, disciplina y educación que identifican a cada ser humano. De­bido a esto es importante tener una interacción con cada uno de los inte­grantes del núcleo familiar.
Algunas familias acostumbran rela­cionarse y conocer cada una de las inquietudes y experiencias de sus miembros a la hora de la comida lo­grando una sana convivencia.
Un estudio realizado por la Universi­dad de Minnesota reveló que a través de este tipo de convivencias se logra que las personas obtengan un buen hábito al comer, procurando consu­mir alimentos saludables y dejando a un lado la comida de bajo aporte nutricional.
Debido a que se preparan alimentos dentro del hogar, siempre es más probable que se cocine de manera saludable reduciendo la dependen­cia de alimentos no tan sanos y el há­bito de comer fuera del hogar. Sobre todo se está atento de seguir un co­rrecto régimen para no conseguir un aumento de peso.
Los niños imitan todo lo que ven, por ello es necesario ensañarles a com­portarse correctamente en la mesa, transmitirles buenos modales y que aprendan las tradiciones de sus pa­dres y abuelos. Por ejemplo, si tus hijos ven que los demás integrantes de la familia utilizan los cubiertos y no hablan con la boca llena, es pro­bable que ellos imiten esa conducta. Este tipo de convivencias comienza a construir una correcta comunicación logrando una retroalimentación, ya que tanto los niños como los adultos aprenden a escuchar a otros y com­parten sus opiniones e ideas.
Fomenta la armonía
Debido al ritmo tan acelerado de vida que se lleva, desgraciadamente este puede ser uno de los pocos mo­mentos en el que la familia se puede reunir. Por eso es importante que en esa hora se trate de consolidar los la­zos de amor y confianza, y se aprove­che para conversar sobre lo que han hecho y para planificar cosas juntos.
Es el momento ideal de apagar la te­levisión y dejar todo sobre el trabajo y demás tareas, y enfocarse en los hi­jos, matrimonio y en el hogar, logran­do de esta manera un ambiente lleno de armonía.
Un estudio realizado por la Escuela de Ciencias de la Educación de la Uni­versidad de Harvard, descubrió que los chicos que comían en familia te­nían un vocabulario mayor. Incluso, la revista Journal of Child Language pu­blicó que por cada dos mil palabras nuevas que adquiere un niño en la edad preescolar, la mitad son escu­chadas por primera vez en la mesa familiar y apenas 64 son por parte de la lectura.
Al tener una mayor convivencia con la familia el individuo va desenvol­viéndose en otros medios y mejoran­do su actitud y relación con otras per­sonas, ya que al darse cuenta de que se siente a gusto con esa interacción busca sentirse igual fuera del hogar.
Un artículo publicado en el Journal of the American Dietetic Association, estableció los efectos psicológicos y sociales positivos de comer habitual­mente en familia durante la adoles­cencia, dejando claro que esto puede prevenir las conductas depresivas.
Por otro lado, la psicóloga Lenoi Fer­nández de la Reguera comentó que los jóvenes que comen en familia so­brellevan mejor las tensiones y el es­trés logrando ser menos propensos a tener problemas de drogas o desór­denes alimenticios.
La hora de la comida no tiene por qué ser un momento aburrido y lleno de seriedad, se puede convertir en un espacio de recreación el cual ayude a los niños a establecer una relación positiva con la comida y a compren­der que alimentarse es importante para su crecimiento y desarrollo.
Fuente: Univision.com

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